lunes, 21 de diciembre de 2009

CosMoS EnsaYo


Mientras dos, tres y cuatro millones de niños exploran lo que su curiosidad pretende satisfacer con los estrenos del orbe cósmico en Internet; los silbidos del revolucionario rebelde, del inaccesible antisentimentalista, una y otra vez pretendido, observa fijamente desde su silencio refugio esos pasos que tienen como único producto la idiotez del cuerpo, de la lentitud del pensamiento alienado...

Hay idiotas que al encontrarse con el vacío espiritual de sus vidas conducen sus ojos al momento social de la moda y lo imponente del mediocre "status corporal"; niego el mundo, niego a Dios y niego mi propia creencia de antemano...

Cuando superarse no es mas que nacer entre la oz y el martillo-

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