Es precisamente a la juventud a quien incumbe la verdadera tarea de crear la Nueva Sociedad. Porque es evidente que la generación de jóvenes ya pasadas educada en la sociedad que vivimos viviendo puede, en el mejor de los casos, cumplir la tarea de destruir los cimientos de la vieja vida capitalista basada en la explotación. Lo más que podrá hacer es organizar un régimen social que ayude a los más pobres y a las clases trabajadoras a conservar el poder en sus manos y a crear una solida base, sobre la que podrá edificar únicamente la generación que empieza a trabajar ya en condiciones nuevas, en la situación en la que no existen relaciones de explotación entre los hombres.
Debo decir que estas tareas de la juventud en general, y de las Uniones de Juventudes Progresistas y demás organizaciones semejantes en particular, podrían definirse con una sola palabra: aprender. Solo transformando radicalmente la enseñanza, la organización y la educación de la juventud conseguiremos que los esfuerzos de la joven generación den como resultado la creación de una sociedad que no se parezca a la antigua, es decir, de la Sociedad Libre e Igualitaria.
Uno de los mayores males y calamidades que nos ha dejado en herencia la vieja sociedad capitalista es el completo divorcio entre el libro y la vida practica, pues teníamos libros en los que todo estaba expuesto en forma perfecta, y la mayor parte de las veces esos libros no eran sino una repugnante e hipócrita mentira, que nos pintaba un cuadro falso de la sociedad capitalista. Por eso sería una gran equivocación limitarse a asimilar simplemente lo que nos dicen los libros del verdadero concepto de Igualdad y Libertad.
Sin trabajo, sin lucha, el conocimiento libresco de la humanidad, adquirido en folletos y obras expedidas por los intelectuales conservadores, no tienen absolutamente ningún valor, ya que no haría más que continuar el antiguo divorcio entre la teoría y la práctica. Sería equivocado pensar que basta con saber las consignas libertarias, las conclusiones de la ciencia aplicada, sin adquirir la suma de conocimientos de los que es consecuencia el propio Poder absoluto del conocimiento.
No solo debemos asimilar esos conocimientos, sino asimilarlos con espíritu crítico para no atiborrar vuestro cerebro con un fárrago inútil, para enriquecerlo con el conocimiento de todos los hechos … Si yo sé que sé poco, me esforzaré por saber más; pero si un hombre dice que es culto y que no tiene necesidad de conocimientos sólidos, jamás saldrá de él nada que se parezca a un Sabio. Esa es la tarea que tiene planteada cada individuo consciente, todo joven que se estime Revolucionario y comprenda con claridad que, al ingresar en la Juventud Luchadora ha contraído el compromiso de ayudar a toda la joven generación a crear la Nueva Sociedad. No basta con unir todas vuestras fuerzas para apoyar al poder obrero y campesino contra la invasión de los opresores adinerados; esto tenemos que hacerlo. Pero eso es insuficiente. Somos nosotros quienes debemos edificar nuestro nuevo Mundo. Uno donde sea posible la libre autodeterminación de las ideas. Donde El Pensamiento plural y unitario concentre la verdadera escencia de nuestras relaciones como seres humanos. Donde los niños no campearan de hambre. Donde nuestras madres no luchen en vano por nuestras vidas y donde el único emblema de nuestra existencia sea la Misma Humanidad.
Aquí comienza un proyecto que reunirá el esfuerzo de muchos jóvenes que como quien dirige este espacio, lograremos ahondar en las causas de nuestros males y por consiguiente…Solucionarlos.
