domingo, 9 de agosto de 2009

Dialéctica Poesia



Me olvidare que no se puede respirar bajo el agua
Encenderé una fogata en mis manos y lanzare sus gotas contra mi cuerpo
Romperé mis huesos en dos movimientos y pronunciare tu nombre con dolor
Que importa si lo escuchan tus padres
La rabia es placentera cuando se sabe presentida por quienes deben temerme,
Nadie que me haya injuriado hasta el día de hoy ha sabido desvirtuar mi lógica
Esa misma en la que se enriedan estos señores del refugio ahogado en diciembre
He hablado de Filosofía, Sociología, Artes y Dogmas que irrumpieron en nuestras vidas
Le he comentado al pintor que refleje mi dolor en una banda sintética bajo un autobús
Siempre aquella publicidad subliminal que te empuja a competir con tu hermano
Yo la aproveche para pronunciar un discurso que ningún otro Sócrates haya suspirado,
Pensemos;
Así como las leyes positivas prosiguen al acto humano como desencadenamiento de las mismas
El amor precede la creación continua y ondulante de la Dialéctica
Sé que me llamaras idealistas pero aún sobre esta pronunciación conjeturare su propia contradicción,
Si un sentimiento escapa de la rotulación objetivo material es porque esta existió en su estado natural también como materia, es decir, lo que no se aprecia como percibido por nuestros sentidos, es al espíritu lo mismo que los colores a nuestros ojos.
Y el ser antecederá al pensamiento,
Ah de ser, ya por la sentencia cognoscitiva que se nos entablo, que el amor es solo este pasaje subjetivo de la vida material dentro de un universo plagado de objetos que nos transmiten sus infinitas constituciones como un todo de una parte, es decir, el pensamiento colabora como subsiguiente producto de la observación y la experiencia.
He seguido a Comte, Spinoza, Descartes, Kant y su crítica a la Razón pura; Beccaría, della Mirandola, Bakumín, Aristoteles, Platón, Rosseau, Montesquiev, Voltaire, Robespierre, Feuerback, Luxemburgo, MARX, Engels, Lenin, Mao, Allan Wods, Ted Grants, Guevara y al mismo Jesucristo, pero dejadme decirles hijos míos, Todo esto es Vanidad…
Y si no me comportase como uno de estos centenares de autores que construyeron o al menos idealizaron un mundo plagado de sabiduría y Razón, es por la misma razón, que tú y yo nos distanciamos de vez en cuando de acuerdo a los designios de la Dialéctica.
Comprenderla restaría importancia a la emoción de vivir sin saber lo que te depara el mañana.
Es por esto la cuestión de la Religión y la Metafísica Absurdista,
Nada compara a este inmenso capricho mío de radicalizar todo porque de todos es nada
Y si no hay nada porque soñar, poseer y apropiarse, debiendo ser esto así
Solo el espíritu predecesor de la materia resultaría,
Escuchando el ruido de tus labios
Pronunciando mi nombre me iré,
Si no comprendiste a mi alma
Dormiré,

No hay comentarios: