martes, 11 de agosto de 2009

dISCURSO SOBRE LA REALIDAD DEL HOMBRE


Se me hizo tarde para llegar a la universidad,
excusa no lo es, es la verdad.
Mientras caminaba por el Jirón Camaná sugerí un pequeño esbozo de lo que admiro de esos viejos renegados que parlan con gritos de victoria postergada al centro y casi a orillas de la Plaza San Martin. Pondré atención a estos harapientos sabios que exclaman por Libertad y Democracia.
Ellos hablan de desigualdades y exclusión que yo he probado desde mis 19 años de conocer el sistema; replican la estructura del Estado y de quienes los dirigen. Tratan de agrupar en diez minutos de exposición el grueso mínimo de lo que los señores Burgueses les toma un Gobierno en despilfarrar, argumentan uno a uno sus ensayos contra las aristocracias infames, sospechan de todo el mundo y hasta a sus sombras llamarían contrarrevolucionarios si no reflejasen en el piso los papeles amarillentos que llevan en las manos a suerte de ayudas memorias. No hay duda que la persecución y la represión los ha convertido en los seres más desconfiados que pudiéramos conocer en esta Capital, pero culpa no tendrían, si no ha de ser por esta confabulación que pocos pero casi nadie es capaz de descubrir tras el alarma de simple recesión económica que sufre el mundo y sus relaciones socioeconómicas. Yo recuerdo que al vivir mi padre escuchaba como en sueños su discurso que la Sociedad como el amor resultaban utopías cercanas a la existencia de un Dios. Al parecer – por curiosa deducción – mi padre asumía que la Sociedad y sus acápites eran solo un sueño del lugar que él pretendía o al menos anhelaba gozar. Ahora con 25 años y 6 de profundos estudios sobre nuestros lazos socioeconómicos soy de la respuesta que aquellos viejos y sus discursos sobre la realidad del hombre no deambulan lejos de lo que hoy se asimila como Democracia y Libertad. Hay democracia y libertad entre las sociedades de hormigas. Hay Democracia y Libertad entre las ballenas azules que recorren el pacifico durante las estaciones invernales de esta parte del globo. Hay Democracia y Libertad entre los locos soñadores que se reúnen al pie del puente Trujillo a inhalar Terokal, cada uno posee un turno ganado de acuerdo a la edad y participación para conseguir el producto que consumirán, y lo respetan. Pero Democracia y Libertad entre la burguesía que nos comanda es inexistente como su propia comprensión. ¿Alguien durante el proceso de Revolución y emancipación de esta Nación se pudo haber imaginado que casi 200 años después sus riquezas y beneficios serian solo aprovechadas por unas contadas familias que han acaparado acosta del trabajo asalariado millones de indígenas y sub empleados la enorme liquidez que poseen hoy en día sus empresas que radican en este país como en los más conocidos paraísos Financieros? Las 4 más importantes y poderosas AFP´s y sus respectivas aseguradoras son de propiedad de las 4 más imponentes familias que controlan el país; Los Brescia, Los Prado, Los Wiesse y los Romero. Aquellos viejos nunca han contemplado tanto poder en sus manos, tanta egocentría y placer bajo sus rostros. La belleza del poder es la fuerza más abrumadora que el ser humano haya podido descubrir y saborear. Te proyecta en el cielo cual propietario. Te ilusiona con los más sofisticados placeres que pueda ofrecer el mercado y te hace amanecer en lujosas residencias de miles de metros cuadrados mientras los plebeyos buscan un metro cuadrado donde poder armar carpa y dormir al menos esta noche. Tendríamos que asesinar a toda la humanidad y apoyarnos en unos cuantos de pensamiento libre e igualitario, dejando que estos se reproduzcan a fin de engendra otra estirpe de soñadores y así reconquistar la libertad que perdimos hace mucho escuche decir a uno de estos Utopistas. Pues pienso lo mismo. En el curso desalineado que presentan hoy la humanidad, sería casi la única opción a fin de salvar la especie que más ha destruido el planeta en los últimos miles de años. Gracias Dios por la Propiedad Privada. Por eso me ofrecieron dos mil reales por archivar una denuncia. Por eso te exigen dinero por tu fe en aquellas iglesias que sobreviven conduciendo tu esperanza al intercambio cual mercancía. ¿No sería fácil forjar pensadores que inventaran nuevas formulas de crear riqueza sin apelar a los métodos empobrecedores del neoliberalismo? Por eso mejor el Marxismo al Cristianismo. Nunca cómplices. Y nada hay de cierto que en la negación de la Religión se obstaculice la reforma del pensamiento y la ascensión del espíritu a lo más alto del Olimpo donde siempre debe permanecer. Dios es Dios y Marx es Marx. Siempre he compartido una carcajada con los compañeros al oír a estos bufones que critican el Comunismo como si se hubiesen leído las obras completas de su teórico máximo - que por cierto reunidas todas en una edición actual superarían fácilmente más de 250 tomos de 320 páginas cada una – siempre se esconden tras su lógica facilista de entender y advertir al mundo que ser comunista es contemplar la destrucción y el aniquilamiento social desde una Doctrina. Torpes. Hay dudas pero en ellas los más fuertes se hacen pobres y los pobres Ricos. Siempre he pensado si toda esta maquinación y construcción de ideas sean las realmente legítimas a fin de lograr nuestro cometido. ¿Nunca han pensado si luchar por la justicia y la igualdad sea nuestro verdadero fin como seres racionales; o quizás sea otra distracción respecto a aquel fin supremo que el ser humano debe buscar en la infinidad de objetivos pendientes que pueda aspirar a lograr? Al fin y al cabo, al repensar toda la amargura que hemos padecido desde niños, nuestros instintos siempre se inclinan a acoger la seguridad y la confianza antes de la rabia y la humildad. Siempre los mismos viejos, siempre los mismo destinatarios del egoísmo que hay detrás de un culto, detrás de un sabio que a tan corta edad pensó en cambiar el mundo con tres palabras un fusil en el hombro. Pero si hay creyentes que no perdonan las diferencias entre su rebaño? Porque mi apellido ah de carcomerse con los simples del clero modernizado. Esos viejos en las puertas de las ciudades están, escuchad su sabiduría pues en las plazas alza su voz…de protesta. Y estos instrumentos del poder aprecian la sabiduría siempre y cuando se reflejen en ella.

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