domingo, 30 de agosto de 2009

Ab imo Pectore


Que inmenso es pensar en nada
Sentado en una vereda esperando un pensamiento consolador
Que filtre en mi ánimo una sonrisa atada
Una tardía respuesta que linde con lo parco de este ingenio perturbador
Todo y ya es tiempo de dejar de estremecerse en sueños que nunca pudieron ser realidad
El infeliz llanto como consecuencia de repetidas maniobras inconclusas de auto eliminación
se hacen más amargas los domingos por las noches al llegar la hora de escribir sobre mi libertad
una utopía tras otra que se enaltece bajo el cielo que lo cubre todo menos mi imaginación
no podría resistir a tu abandono y es que: ¿me abandonarías junto a mí?
La resistencia es solo suerte bajo mis pies.

Siempre se desligan de mí estos lamentos que no hacen otra cosa que reflejarme en ti
De lo que nunca podría admitir como un consuelo si no siento tus manos
Ya he hablado de ti en superadas anotaciones y aún no logro definirte
Eres un lindo camaleón
Cuando hablamos de lo ruin de este mundo que nos encarcela
Pernoctamos en la misma idea de romper las cadenas que atan al hombre
Quién diría que en tus senos encontraría la paz que solo la encuentro entre tus piernas
dormido cuando me decías que repose dentro de ti
y aun así te irás siempre, con el mismo atardecer, la misma noche y la mañana;
como Irak, ¿Cuándo terminara la guerra y el padecimiento?
Siempre los mismos autores

La opresión tiene pies de página
Los patrones dicen ser los elegidos de Dios, mientras la hermosa especulación corroe las cuerdas de esta lira que fue abrazada por los últimos comunistas libertarios que dio esta humanidad,
A veces creo no ser necesario en este mundo donde la moral es propiedad de egoístas pirómanos que suelen llamarse demócratas,
No he resuelto el problema de la igualdad,
Suele no interesarme cuando en esa casa el trabajo es un don de quienes la educación ha hecho un gran adversario del pueblo, ensimismados en su ignorancia infantil
Porque todos son niños y seguimos jugando a ser superiores con un libro en la mano que además de tener una cruz y una promesa que siempre será rota en sus últimos versículos; impulsa a los hombres en el alma a proferir injurias contra sus hermanos porque no doblan las rodillas como ellos;
El problema de la igualdad ante mi propia ruina nos compromete a repensar el mundo
para construir un lejano oriente en América del Sur, con China en el Norte
Y Rusia en la Antártida;
Los yanquis nunca fueron suficientes para Vietnam porque tras un pueblo derrotado y una guerra perdida los oprimidos vuelven cual opresores, esa es la realidad.

Es difícil ser un salmón que llegada la temporada nada contra las fuerzas irreconciliables de la naturaleza que ah dado de tarea al rio a fin de que sea el mayor obstáculo de estos seres que lo único que desean es anidar el cuerpo y parte de él en la cima de esa diminuta catarata, ya que una vez vencida la corriente de agua dulce el salmón se corona con su propia desaparición y sus descendientes en la cumbre de lo imposible de su progenitor repetirán la historia de la muerte que los vio nacer, esa es nuestra vida y siempre lo será;
Nos organizamos, leemos, tomamos conciencia y proponemos cambios
Todo se resolvería con fuerza y la violencia representaría una de las tantas expresiones de nuestra humanidad y así lo diría el maestro porque hasta en la violencia el hombre deja de ser él para ser libre, se liberaría;
Más calmados, las armas resolverían todo con explosiones en la vida
Se fundarían nuevas naciones y la ética se exaltaría como destruida dando paso a la libertad original del espíritu libre,

Tanto el trabajo como las ganancias no existirían más en las aspiraciones terrenales
El consumo y la idolatría representarían la pesadilla de neurosis aplacadas con la revolución
Todo se contemplaría desde la orilla de lo resuelto y pasado
Las mujeres bailarían al ritmo de sus propias cadenas psicológicas
Y aun así desestimarían la conciencia
Los edificios no se levarían por los cielos en un reto al espacio como hasta ahora vienen siendo construidos
Coparíamos el mundo entero viviendo solo de la solidaridad y la explotación de la inteligencia
La luna reflejada en nuestros ojos nos solventaría de la seguridad espiritual de decirle no a las Religiones,
Y aún así regresaríamos a lo que nos trajo aquí y es que ni el mismo Dios ha podido domarnos,
Máxime si solo representamos una insignificante porción de universo,
El mismo que habita en cada ser que hoy me ha inspirado a creer que sin la Dialéctica sería imposible conocernos; nuestros límites encuentran su materialización en el desconocimiento de nosotros mismos,
Mientras algunos le teman al materialismo justificados por su supuesto ateísmo
Los veré pisarse los pies mientras caminen, cayendo al suelo como esos niños descritos líneas arriba

Nada hay en este mundo que debiera ser desconocido por nuestra mente y es que en esa solitaria percepción de todo como fácil y aprehensible radica el Súper hombre que gira en torno a las sociedades que ven cada mil años levantarse un fusionador de lo que se conoce y lo que se debiera conocer,
Qué alivio seria vivir entre sabios y aprender de sus dificultades que a nosotros nos absorberían como una esponja, lamentándonos porque no supimos aprovechar una noche de lectura y meditación al desquicio de embrutecerse en una detallada bulla psicodélica donde acostumbran erigirse nuevos idiotas;
“Bendita sea esta sociedad que a tan bajo precio nos enseña diariamente bajo sus actos de tributo que la grandeza de sus idolatría no son nada”

Y aunque sea siempre el mismo distraído que en clases las manos le pesan para absolver una pregunta del catedrático, es en esos instantes donde vuelo al infinito mundo de la utopía suprema…amarte.

Ab Imo Pectore

sábado, 22 de agosto de 2009

El amor.....


Vosotros os apretujáis alrededor del prójimo y tenéis hermosas palabras para expresar ese vuestro apretujaros. Pero yo os digo: vuestro amor al prójimo es vuestro mal amor a vosotros mismos.
Huís hacia el prójimo huyendo de vosotros mismos, y quisierais hacer de eso una virtud: pero yo penetro vuestro «desinterés».
El tu es más antiguo que el yo; el tu ha sido santificado, pero el yo, todavía no: por eso corre el hombre hacia el prójimo.
¿Os aconsejo yo amor al prójimo? ¡Prefiero aconsejaros la huida del prójimo y el amor al lejano!

Más elevado que el amor al prójimo es el amor al lejano y al venidero; más elevado que el amor a los hombres es el amor a las cosas y a los fantasmas.
Ese fantasma que corre delante de ti, hermano mío, es más bello que tu; ¿por qué no le das tu carne y tus huesos? Pero tú tienes miedo y corres hacia tu prójimo.
No conseguís soportaros a vosotros mismos y no os amáis bastante: por eso queréis inducir al prójimo a que ame, y doraos a vosotros con su error.
Yo quisiera que no soportaseis a ninguna especie de prójimo ni a sus vecinos; así tendríais que crear, sacándolo de vosotros mismos, vuestro amigo y su corazón exuberante.
Invitáis a un testigo cuando queréis hablar bien de vosotros mismos; y una vez que lo habéis inducido a pensar bien de vosotros también vosotros mismos pensáis bien de vosotros.

No miente tan sólo aquel que habla en contra de lo que sabe, sino ante todo aquel que habla en contra de lo que no sabe. Y así es como vosotros habláis de vosotros en sociedad, y, además de a vosotros, mentís al vecino.
Así habla el necio: «el trato con hombres estropea el carácter, especialmente si no se tiene ninguno».
El uno va al prójimo porque se busca a sí mismo, y el otro, porque quisiera perderse. Vuestro mal amor a vosotros mismos es lo que os trueca la soledad en prisión.
Los más lejanos son los que pagan vuestro amor al prójimo; y en cuanto os juntáis cinco, siempre tiene que morir un sexto.
Yo no amo tampoco vuestras fiestas: demasiados comediantes he encontrado siempre en ellas, y también los espectadores se comportaban a menudo como comediantes.
Yo no os enseño el prójimo, sino el amigo. Sea el amigo para vosotros la fiesta de la tierra y un presenti¬miento del superhombre.
Yo os enseño el amigo y su corazón rebosante. Pero hay que saber ser una esponja si se quiere ser amado por corazones rebosantes.

Yo os enseño el amigo en el que el mundo se encuentra ya acabado, como una copa del bien,- el amigo creador, que siempre tiene un mundo acabado que regalar.
Y así como el mundo se desplegó para el, así volverá a plegársele en anillos, como el devenir del bien por el mal, como el devenir de las finalidades surgiendo del azar.
El futuro y lo remoto sean para ti la causa de tu hoy: en tu amigo debes amar al superhombre como causa de ti.
Hermanos míos, yo no os aconsejo el amor al prójimo: yo os aconsejo el amor al lejano.
Así habló Zaratustra.


Friederick Nieztche

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El amor al prójimo es la máscara del amor al hombre, a una mujer. Se es más piadoso amar a otro que amarse a uno mismo; y es ahí donde el superhombre trunca su posibilidad de encontrar la fuerza que debiera permitirle tramontarse al tiempo, al infinito. Se es más capaz de amar a otro por una negación al yo dice Zaratustra, se aplaca la posibilidad del real amor una vez asumida la promesa de compartir la vida con otro y es que es un infierno solamente. Intentar penetrar el cascaron de la vida de otro, del que se intenta amar; es solo el suicidio que espera atado a las puertas del hades a cada ser que sueña con alcanzar el paraíso poseendo al prójimo. No hay nada más errado que pensar que habrá alguien que se inmole por uno, como si se tratase de uno mismo ante el abismo. No hay nada mas irreal y estúpido que esperar calmo por una atención que jamás permanecerá quieta por nuestra voluntad en el alma del que se ama. Somos un infinito de intenciones y sufrimientos, un laberinto de sueños acumulados entre deseos de poseer y tener nada. ¿Crees que podrás ahogarte de la mano del que dice amarte?
Yo no intento crear nada que no se haya querido crear desde que tenemos razón los negadores del mundo irreal. Mi existencia no persigue la consumación continua de lo que soñamos como felicidad en esta terrenal jaula en que nos encontramos observándonos el uno al otro.
El infierno son los otros…

miércoles, 12 de agosto de 2009

Dufour y la Filosofia Postmoderna


“Así como la filosofía encuentra en el proletariado sus armas materiales, el proletariado encuentra en la filosofía sus armas espirituales”. Karl Marx. En torno a la crítica de la filosofía del derecho.

Lo prometido es deuda, aqui les dejo un ensayo de este gran articulista y pensador, Francisco Umpiérrez Sánchez, en la que critica frontalmente la posición Filosófica y Psicológica de una de las corrientes culturales que viene representando el papel monopólico que ejerce la modernidad sobre la vida del individuo, el Postmodernismo de Dany-Robert Dufour.

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El 3 de julio de 2006 fue publicada en Rebelión una entrevista al filósofo francés Dany-Robert Dufour bajo el título La muerte de Dios postmoderna. Aunque Angélica M. Aguado y José J. Paulín, sus entrevistadores, presentan al filósofo francés como uno de los pensadores europeos más importantes, a mi juicio este filósofo, como la mayoría de los filósofos postmodernos, le da la espalda a la realidad y usa el lenguaje como si constituyera un mundo independiente. No actúa conforme se expresa Marx en la cita que encabeza este trabajo, no entiende que el proletariado, las masas más pobres del mundo, debe encontrar en la filosofía sus armas espirituales. Así se evitaría que la buscara en exclusividad en la religión. Y para lograr que el proletariado encuentre en la filosofía sus armas espirituales, el filósofo debe traducir su lenguaje filosófico al lenguaje corriente. Sólo así se demostraría que la filosofía sirve a la vida y es expresión de la vida.


Trabajadores y proletariado


Hoy día, dadas las diferencias entre los países del Norte y los del Sur, se hace necesario establecer una clara distinción entre trabajador y proletario. Deberíamos utilizar este último nombre para los trabajadores que viven en condiciones difíciles, con bajos salarios, y especialmente en países pobres. Puesto que los trabajadores que viven en los países más avanzados, incluso los que no tienen grandes salarios, pueden disfrutar de un nivel de vida relativamente satisfactorio, si la comparamos con la vida que llevan los trabajadores en los países menos avanzados.

Los proletarios, dada las penurias de su vida, son quienes más sienten la necesidad de que el mundo cambie y sueñan con dicha posibilidad. Lo que sucede es que la cultura capitalista alimenta este cambio como una opción individual y no como una opción colectiva. En el otro extremo de la balanza nos encontramos con trabajadores que pueden llegar a percibir hasta seis mil euros al mes en concepto de salario. Este salario no los convierte en capitalistas, pero si en unos ciudadanos que disfrutan de un buen nivel de vida y a quienes no les falta de nada. De ahí que estos trabajadores no sientan la necesidad de que el mundo cambie. No obstante, tanto un sector como otro, tanto el trabajador como el proletario, necesitan de la filosofía como arma espiritual. Más en este mundo de hoy, tan ausente de espíritu y de valores, donde el materialismo vulgar y la vida superficial lo ocupan todo.


Los filósofos y la transformación del mundo


El pensamiento filosófico puede ser empleado para dos fines: por un lado, para representar el mundo, mostrando lo que existe y señalando cuáles son sus necesidades de cambio, y por otro lado, para ocultar el mundo, metamorfosearlo y volverlo inexplicable. Creo que hoy día hay muchos filósofos, entre los que se encuentra Dufour, cuyas palabras sólo sirven para convertir el mundo en algo inexplicable. No obstante, aconsejo al lector que lea la entrevista de la que antes di las referencias y que tenga la paciencia de leer hasta el final la crítica que aquí formulo. Sé que para las personas prácticas, las que tienen que comunicarse con la gente sencilla, el lenguaje filosófico abstracto, más especialmente el especulativo, les resulta muy poco interesante. Pero a un sector importante de los intelectuales sí les interesa ese lenguaje y los problemas que trata. Y los intelectuales constituyen una de las fuerzas sociales imprescindibles para la transformación de la sociedad capitalista en una sociedad socialista. Así que las vanguardias de la izquierda radical no pueden ignorarlos ni desatender sus necesidades.


Las abstracciones y las ocultaciones

Creo que la mayor abstracción en la que incurre Dufour en su entrevista es en la de sujeto o neo sujeto. Y carga aún más de abstracción a ese sujeto cuando lo define como un sujeto determinado por el ideal crítico kantiano y por la neurosis. Me parece una abstracción burguesa, propia de la clase media, que siempre anda huyendo de las contradicciones extremas. No se trata de inventar contradicciones extremas; pero si estas existen, no hay que ocultarlas o hacer como si no existieran. ¿Pero por qué me parece una abstracción burguesa la del sujeto del que habla Dufour? Porque cualquier filósofo que tenga los ojos abiertos puede ver dos clases de sujetos en el primer plano del mundo: por un lado, las cien mil personas que mueren cada día de hambre, y por otro lado, las quinientas personas más ricas del mundo que suman más dinero que el que poseen las 410 millones de personas más pobres del mundo. Por mucho que avance la filosofía, por mucho que se declare la importancia y omnipresencia del lenguaje, nada de eso puede borrar la contradicción extrema entre riqueza y pobreza. Como tampoco puede borrar la contradicción entre propiedad pública y propiedad privada. Puesto que tanto la pobreza extrema como el enriquecimiento desproporcionado son frutos de la propiedad privada. Así que en vez de un sujeto crítico kantiano y neurótico, lo que tenemos en el mundo de hoy es un sujeto hambriento y un sujeto extremadamente rico.


La postmodernidad


A la pregunta de qué caracteriza exactamente a la postmodernidad, Dufour contesta lo siguiente: “La postmodernidad se caracteriza, según Lyotard, por el fin de los grandes relatos de emancipación de la humanidad que fueron elaborados durante la modernidad, la cual funcionó en torno a ciertos ideales, por ejemplo el acceso a la razón y al criticismo y la emancipación social. Tomen como ejemplo el marxismo y la salvación social –prometida de alguna manera con referencia al pueblo-, y el acceso a ciertas “fuerzas oscuras” (pienso ahora en Nietzche o en Freud, que decían que en cuanto acudiéramos a ellas nos íbamos a liberar). Entonces, los que sufren frente a la postmodernidad serían esos grandes relatos, ya que ésta pondría fin a esas esperanzas y a esos ideales. Así que la postmodernidad dice que ya no seremos salvados ni por Dios, ni por el proletariado, ni por ningún ideal de emancipación”.


Emancipación política y emancipación humana


Dufour nos dice sintéticamente dos cosas: una, ha llegado a su fin los grandes relatos de emancipación de la humanidad, y dos, la humanidad no debe esperar a ser salvada por el proletariado. Ha sido la burguesía, sobre todo por medio de la declaración de los derechos humanos, quien ha confundido de siempre la emancipación política con la emancipación humana. La emancipación política llevada a cabo por la revolución burguesa significó, entre otras cosas, que el Estado se liberara de la religión. Pero no significó la liberación humana de la religión, todo lo contrario: las personas se volvieron más religiosas. Así que quien hable de que la modernidad, esto es, la época burguesa y la época de la transición del capitalismo al socialismo, se caracteriza por el fin de los grandes relatos de la humanidad, es víctima de la ideología burguesa, que presenta la emancipación política como emancipación humana.

En esta confusión entre la emancipación humana y la emancipación política, en la que incurrió la burguesía, no podía caer el proletariado. Y la experiencia del socialismo realmente existente lo ha puesto así de manifiesto: se trata en principio y fundamentalmente de la emancipación económica y política del proletariado, no de la emancipación de la humanidad. El ejemplo de Cuba y de China así lo atestiguan. Así que es un error asignarle al proletariado una misión que no le corresponde y que la práctica desmiente.

El uso absoluto de las palabras


No deberíamos dejar que ciertas palabras, como, por ejemplo, la palabra “neoliberalismo”, oculten los detalles del mundo y de la vida. No deberíamos ver tras el neoliberalismo especialmente y en exclusividad a los mandatarios de las grandes potencias. Nuestra visión debería ser más amplia y percibir bajo la bandera del neoliberalismo, además de a esos mandatarios, a los grandes capitalistas de todas las naciones, con sus nombres y apellidos, a los grandes líderes de opinión del mundo capitalista, a sus grandes y enriquecidos deportistas, y a todas las grandes figuras que se mueven en torno a la moda y la publicidad. Hay que ampliar los blancos sobre los cuales apuntar la crítica. No debemos fijarnos en exclusividad en los representantes políticos, los que están al frente del Estado y dan la cara, sino también y más especialmente en los representados. Son demasiadas las fuerzas y los sectores sociales que viven de lo lindo gracias al estado económico y social del mundo actual. Hay muchos vividores, presentes en todos los ámbitos de la vida, que sacan grandes tajadas sin trabajar o trabajando muy poco en este mundo extremadamente liberal. Así que el uso absoluto de cualquier palabra, como en este caso sucede con la palabra “neoliberalismo”, sin entrar en los detalles y matices de la vida, nos lleva a tener una concepción del mundo muy unilateral. Es como si sobre la vida echáramos una pesada manta y todo lo viéramos de un solo y uniforme color. Así que si alguien dice que está contra el neoliberalismo, qué nos diga que hay detrás de esa palabra o a quién apunta con esa palabra.

El sujeto postmoderno

A la pregunta de cuáles serían las consecuencias psíquicas para el que, a todas luces, parece ser un neo sujeto, formulada por sus entrevistadores, Dufour contesta en los siguientes términos: “En la época moderna teníamos un sujeto doblemente definido: estaba definido por el ideal kantiano que apareció alrededor de 1800, y estaba definido también por la condición subjetiva de este sujeto moderno caracterizada por la neurosis. Yo creo que el sujeto postmoderno es un sujeto que ya no está marcado por la necesidad de esta substracción; es un sujeto que debe poder obtener todo lo que quiere en función de que Adam Smith llamó la maximización de las ganancias. A partir de entonces es un sujeto que se presenta con una nueva característica, la de ser un ser sin límites, y por lo tanto entra en otra economía psíquica distinta a la del ser humano moderno que se ve obligado a renunciar a una parte para que lo demás funcione”.

Los filósofos, como Dufour, atrapados por las palabras, falsean el mundo, tanto el pasado como el actual. Nadie puede creer que las personas de 1800 fueran sujetos kantianos y neuróticos. Algunas tal vez sí, y siempre en una parte de Europa, pero la mayoría no. Y de todos modos esas caracterizaciones son insuficientes para saber cómo era la gente de aquel entonces. Además, entre las personas hay muchas diferencias, de clase, de cultura, de posición, de origen, etcétera. Y al caracterizar al sujeto actual, Dufour cae en el mismo error que cuando caracteriza al sujeto de 1800, y hay cosas que no comprende. La maximización de las ganancias es una exigencia que debe plantearse cualquier empresa. El problema no está en maximizar las ganancias, sino en quién se apropia de las ganancias. Pertenece al socialismo antiguo y reaccionario pensar que quien lucha por maximizar las ganancias es un capitalista. También cualquier persona debe buscar ganar lo más posible. El problema no está en luchar por el máximo ingreso, sino en que haya personas que se apropien de trabajo ajeno.


El ser actual como un ser sin límites


Cuando Dufour habla de que el ser actual es un ser sin límites, se deja llevar por las ideas. El Estado, lejos de debilitarse, se ha vuelto más complejo y poderoso. Y el Estado es el más grande de los límites que existen. ¿No limita Estados Unidos con su maquinaria de guerra el libre hacer del pueblo iraquí? Sin duda que sí. Hoy existen más límites que nunca. La existencia de las transnacionales es la limitación más importante que tiene el mundo de hoy. Pero no por ser transnacionales, sino por ser de propiedad privada. Otra cosa es que haya pueblos que son muy libres y otros que lo son menos. Pero pensar que existe un sujeto abstracto y universal que carece de límites, no deja de ser un canto al ciego idealismo. Y el idealismo es un veneno para la conciencia que quiere cambiar el orden existente.


La postmodernidad, el mercado y Dios


A la pregunta ¿cuál es entonces el lugar de Dios en la postmodernidad?, formulada por los entrevistadores, Dufour responde lo siguiente: “Me están haciendo una pregunta muy interesante porque, de hecho, los grandes relatos de salvación de la modernidad han muerto en la postmodernidad. Así que podríamos decir que Dios ha muerto, pero este vacío trascendente de Dios fue reemplazado por la nueva Providencia que mencioné hace rato, que es la Providencia del mercado. Es el mercado el que se presenta como un nuevo dios: potencia, omnipotencia; podría hacer todo, regular todo. Así que estamos ante una especie de nuevo dios. El problema es que este nuevo dios no cumple sus promesas. ¿Por qué? Porque el mercado es una simple red de intercambios, un ámbito donde se puede intercambiar todo, todo lo que es mercantilizable en el mundo”.

Pienso que Dufour habla de espalda a la realidad y que sus palabras carecen de verdad. Dios no ha muerto, porque la creencia en Dios no ha muerto. La gente sigue siendo hoy día muy religiosa. La necesidad de creer en Dios sigue siendo hoy día muy fuerte. Y entre más pobres sean los pueblos, entre más miserias y calamidades padezcan, más fuerte y desarrollado está el sentimiento religioso. Así que Dios sólo morirá cuando muera la necesidad de creer en él. Y la necesidad de creer en él desaparecerá cuando del mundo desaparezca el mal: el hambre y la guerra.

Presentar al mercado como el nuevo Dios me parece un pensamiento del tiempo de Lutero, que hablaba del dinero como algo que en sí mismo encerraba el mal. El mercado es un mecanismo económico que sirve para acelerar el desarrollo de las fuerzas productivas y para asignar los recursos. El problema en el mundo actual no está en que haya mercado, sino en que el mercado sea capitalista. No es el mercado el que lo puede todo, sino los grandes capitalistas que operan en el mercado. Así que para acabar con la omnipotencia que hay en el mercado habría que acabar con los grandes capitalistas. Sucede con el mercado lo mismo que sucede con el dinero. El problema no es el dinero, sino que haya personas que lo posean en cantidades infinitas y otras personas que apenas puedan disponer de él.
¿Dioses falsos?


Dufour resume en cuatro renglones la historia de dos mil años. Pretende con dos categorías, formas de la divinidad y formas de la soberanía, presentarnos lo que ha sucedido durante todo ese dilatado tiempo. Y sus conclusiones no dejan de ser forzadas, caprichosas y simplonas: el marxismo fue una teología política que se desmoronó y su lugar fue ocupado por el mercado, llegando entonces los falsos dioses. Pero los dioses son seres imaginarios creados por el hombre. Y si son seres imaginarios, carecen de existencia sensible. Y de seres que carecen de existencia sensible sobra plantearse si son falsos o verdaderos.


El mercado como persona


No dejan de asombrarme estas formas de hablar. Supuestamente el mercado, convertido en una persona, a juicio de Dufour, nos dice: “quiera usted lo que sea, nosotros se lo vamos a dar”. Así no actúa el mercado. No basta con querer una cosa, es necesario tener el dinero suficiente para pagarla. Si no, el mercado no te lo da. Y sólo los que tienen mucho dinero, piden cosas al mercado irracionales, como, por ejemplo, los objetos de lujo, los excesos y los caprichos. Pero quien viva del salario base, sólo le pide al mercado lo que necesita. Así que lo que se espera del mercado depende del dinero que se tenga en los bolsillos.


El mercado y la producción


Frente a los abusos del mercado, frente a los excesos y los caprichos, frente al consumo desproporcionado e irracional, la mejor resistencia sería cambiar la producción. Y en dos sentidos: cambiar la propiedad, de privada cambiarla a pública, y cambiar lo que se produce, sustituir los artículos de lujos por artículos básicos y necesarios. Pensar que la clave de la sociedad moderna está en el mercado en vez de en la producción, es pensar como los economistas convencionales, como los economistas vulgares, quienes prestan oídos sordos a estas sabias palabras de Marx: “Por eso abandonamos esta esfera ruidosa, situada en la superficie y visible para todos, junto con el poseedor del dinero y el de fuerza de trabajo, a fin de seguir a ambos en los lugares ocultos de la producción, en cuya puerta se halla escrito: No admittance except on business. Veremos aquí no sólo cómo produce el capital, sino cómo se produce él mismo. Y se nos revelará por fin el secreto de la plusvalía”.

Y pensar que escribir un poema, hacer una obra de arte y tener una sesión de psicoanálisis son formas de resistencia al mercado capitalista, es sencillamente que no se sabe lo fuerte que es el sistema capitalista ni se sabe donde se encuentra la mayor fuerza contra el sistema capitalista: en las grande masas trabajadoras. De todos modos para hacer una obra de arte hay que tener tiempo libre, preparación y conocimientos. Y esto último cuesta dinero. Como también cuesta dinero una sesión de psicoanálisis.

martes, 11 de agosto de 2009

dISCURSO SOBRE LA REALIDAD DEL HOMBRE


Se me hizo tarde para llegar a la universidad,
excusa no lo es, es la verdad.
Mientras caminaba por el Jirón Camaná sugerí un pequeño esbozo de lo que admiro de esos viejos renegados que parlan con gritos de victoria postergada al centro y casi a orillas de la Plaza San Martin. Pondré atención a estos harapientos sabios que exclaman por Libertad y Democracia.
Ellos hablan de desigualdades y exclusión que yo he probado desde mis 19 años de conocer el sistema; replican la estructura del Estado y de quienes los dirigen. Tratan de agrupar en diez minutos de exposición el grueso mínimo de lo que los señores Burgueses les toma un Gobierno en despilfarrar, argumentan uno a uno sus ensayos contra las aristocracias infames, sospechan de todo el mundo y hasta a sus sombras llamarían contrarrevolucionarios si no reflejasen en el piso los papeles amarillentos que llevan en las manos a suerte de ayudas memorias. No hay duda que la persecución y la represión los ha convertido en los seres más desconfiados que pudiéramos conocer en esta Capital, pero culpa no tendrían, si no ha de ser por esta confabulación que pocos pero casi nadie es capaz de descubrir tras el alarma de simple recesión económica que sufre el mundo y sus relaciones socioeconómicas. Yo recuerdo que al vivir mi padre escuchaba como en sueños su discurso que la Sociedad como el amor resultaban utopías cercanas a la existencia de un Dios. Al parecer – por curiosa deducción – mi padre asumía que la Sociedad y sus acápites eran solo un sueño del lugar que él pretendía o al menos anhelaba gozar. Ahora con 25 años y 6 de profundos estudios sobre nuestros lazos socioeconómicos soy de la respuesta que aquellos viejos y sus discursos sobre la realidad del hombre no deambulan lejos de lo que hoy se asimila como Democracia y Libertad. Hay democracia y libertad entre las sociedades de hormigas. Hay Democracia y Libertad entre las ballenas azules que recorren el pacifico durante las estaciones invernales de esta parte del globo. Hay Democracia y Libertad entre los locos soñadores que se reúnen al pie del puente Trujillo a inhalar Terokal, cada uno posee un turno ganado de acuerdo a la edad y participación para conseguir el producto que consumirán, y lo respetan. Pero Democracia y Libertad entre la burguesía que nos comanda es inexistente como su propia comprensión. ¿Alguien durante el proceso de Revolución y emancipación de esta Nación se pudo haber imaginado que casi 200 años después sus riquezas y beneficios serian solo aprovechadas por unas contadas familias que han acaparado acosta del trabajo asalariado millones de indígenas y sub empleados la enorme liquidez que poseen hoy en día sus empresas que radican en este país como en los más conocidos paraísos Financieros? Las 4 más importantes y poderosas AFP´s y sus respectivas aseguradoras son de propiedad de las 4 más imponentes familias que controlan el país; Los Brescia, Los Prado, Los Wiesse y los Romero. Aquellos viejos nunca han contemplado tanto poder en sus manos, tanta egocentría y placer bajo sus rostros. La belleza del poder es la fuerza más abrumadora que el ser humano haya podido descubrir y saborear. Te proyecta en el cielo cual propietario. Te ilusiona con los más sofisticados placeres que pueda ofrecer el mercado y te hace amanecer en lujosas residencias de miles de metros cuadrados mientras los plebeyos buscan un metro cuadrado donde poder armar carpa y dormir al menos esta noche. Tendríamos que asesinar a toda la humanidad y apoyarnos en unos cuantos de pensamiento libre e igualitario, dejando que estos se reproduzcan a fin de engendra otra estirpe de soñadores y así reconquistar la libertad que perdimos hace mucho escuche decir a uno de estos Utopistas. Pues pienso lo mismo. En el curso desalineado que presentan hoy la humanidad, sería casi la única opción a fin de salvar la especie que más ha destruido el planeta en los últimos miles de años. Gracias Dios por la Propiedad Privada. Por eso me ofrecieron dos mil reales por archivar una denuncia. Por eso te exigen dinero por tu fe en aquellas iglesias que sobreviven conduciendo tu esperanza al intercambio cual mercancía. ¿No sería fácil forjar pensadores que inventaran nuevas formulas de crear riqueza sin apelar a los métodos empobrecedores del neoliberalismo? Por eso mejor el Marxismo al Cristianismo. Nunca cómplices. Y nada hay de cierto que en la negación de la Religión se obstaculice la reforma del pensamiento y la ascensión del espíritu a lo más alto del Olimpo donde siempre debe permanecer. Dios es Dios y Marx es Marx. Siempre he compartido una carcajada con los compañeros al oír a estos bufones que critican el Comunismo como si se hubiesen leído las obras completas de su teórico máximo - que por cierto reunidas todas en una edición actual superarían fácilmente más de 250 tomos de 320 páginas cada una – siempre se esconden tras su lógica facilista de entender y advertir al mundo que ser comunista es contemplar la destrucción y el aniquilamiento social desde una Doctrina. Torpes. Hay dudas pero en ellas los más fuertes se hacen pobres y los pobres Ricos. Siempre he pensado si toda esta maquinación y construcción de ideas sean las realmente legítimas a fin de lograr nuestro cometido. ¿Nunca han pensado si luchar por la justicia y la igualdad sea nuestro verdadero fin como seres racionales; o quizás sea otra distracción respecto a aquel fin supremo que el ser humano debe buscar en la infinidad de objetivos pendientes que pueda aspirar a lograr? Al fin y al cabo, al repensar toda la amargura que hemos padecido desde niños, nuestros instintos siempre se inclinan a acoger la seguridad y la confianza antes de la rabia y la humildad. Siempre los mismos viejos, siempre los mismo destinatarios del egoísmo que hay detrás de un culto, detrás de un sabio que a tan corta edad pensó en cambiar el mundo con tres palabras un fusil en el hombro. Pero si hay creyentes que no perdonan las diferencias entre su rebaño? Porque mi apellido ah de carcomerse con los simples del clero modernizado. Esos viejos en las puertas de las ciudades están, escuchad su sabiduría pues en las plazas alza su voz…de protesta. Y estos instrumentos del poder aprecian la sabiduría siempre y cuando se reflejen en ella.

domingo, 9 de agosto de 2009

Dialéctica Poesia



Me olvidare que no se puede respirar bajo el agua
Encenderé una fogata en mis manos y lanzare sus gotas contra mi cuerpo
Romperé mis huesos en dos movimientos y pronunciare tu nombre con dolor
Que importa si lo escuchan tus padres
La rabia es placentera cuando se sabe presentida por quienes deben temerme,
Nadie que me haya injuriado hasta el día de hoy ha sabido desvirtuar mi lógica
Esa misma en la que se enriedan estos señores del refugio ahogado en diciembre
He hablado de Filosofía, Sociología, Artes y Dogmas que irrumpieron en nuestras vidas
Le he comentado al pintor que refleje mi dolor en una banda sintética bajo un autobús
Siempre aquella publicidad subliminal que te empuja a competir con tu hermano
Yo la aproveche para pronunciar un discurso que ningún otro Sócrates haya suspirado,
Pensemos;
Así como las leyes positivas prosiguen al acto humano como desencadenamiento de las mismas
El amor precede la creación continua y ondulante de la Dialéctica
Sé que me llamaras idealistas pero aún sobre esta pronunciación conjeturare su propia contradicción,
Si un sentimiento escapa de la rotulación objetivo material es porque esta existió en su estado natural también como materia, es decir, lo que no se aprecia como percibido por nuestros sentidos, es al espíritu lo mismo que los colores a nuestros ojos.
Y el ser antecederá al pensamiento,
Ah de ser, ya por la sentencia cognoscitiva que se nos entablo, que el amor es solo este pasaje subjetivo de la vida material dentro de un universo plagado de objetos que nos transmiten sus infinitas constituciones como un todo de una parte, es decir, el pensamiento colabora como subsiguiente producto de la observación y la experiencia.
He seguido a Comte, Spinoza, Descartes, Kant y su crítica a la Razón pura; Beccaría, della Mirandola, Bakumín, Aristoteles, Platón, Rosseau, Montesquiev, Voltaire, Robespierre, Feuerback, Luxemburgo, MARX, Engels, Lenin, Mao, Allan Wods, Ted Grants, Guevara y al mismo Jesucristo, pero dejadme decirles hijos míos, Todo esto es Vanidad…
Y si no me comportase como uno de estos centenares de autores que construyeron o al menos idealizaron un mundo plagado de sabiduría y Razón, es por la misma razón, que tú y yo nos distanciamos de vez en cuando de acuerdo a los designios de la Dialéctica.
Comprenderla restaría importancia a la emoción de vivir sin saber lo que te depara el mañana.
Es por esto la cuestión de la Religión y la Metafísica Absurdista,
Nada compara a este inmenso capricho mío de radicalizar todo porque de todos es nada
Y si no hay nada porque soñar, poseer y apropiarse, debiendo ser esto así
Solo el espíritu predecesor de la materia resultaría,
Escuchando el ruido de tus labios
Pronunciando mi nombre me iré,
Si no comprendiste a mi alma
Dormiré,