martes, 15 de septiembre de 2009

De Puño Y lETRA


No creo que se pueda causar mayor revuelo del ya acontecido mediante este sencillo artículo respecto al gran estallido mediático que viene produciendo la recopilación de las memorias del líder del (no único) Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso en un pequeño volumen de no más de 450 pàginas con un titulo pareciera literario “De puño y Letra”. La gran publicidad que se le viene dando no hubiese alcanzado los ratings de sintonìa si no fuera por la desesperada y pigmea comprensión de los hechos y verdades a partir de la réplica de un hombre que en mi conciencia Marxista solo ha representado el papel de Burgués iracundo.

Rosa María Palacios en su intacto estilo de hablar y no dejar hablar a cuanto entrevistado ose posarse delante de ella, concluyo el día de ayer frente al abogado de Guzmán que todo acto cuanto tuviere relación al marxismo en este país configuraría el Delito de Apología al Terrorismo. Esta dama es abogada solo de título y cartón, menos aún, una dogmática en derecho penal. Si supiera algo de leyes, doctrina e historia universal sabría y ayudada por la antropología y sociología jurídica que el tipo penal o mejor dicho, el delito de Apología al terrorismo fue y es una conducta punible creada por la oligarquìa instalada en el poder estatal con el fin de exterminar civilmente a todo ciudadano que al menos coincidiera en algún punto con la doctrina comunista. Este ha sido un proceso jurídico doctrinario global que se ha seguido en casi todas las legislaciones del mundo luego de la guerra fría y la caída del Muro de Berlín, y con ella la República Democrática Alemana y la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas - URSS.

Siempre me ha causado gracia meditar en las exposiciones pseudo jurídicas de esta animadora de telenoticias. Máxime si muchas opiniones sobre nuestra cotidianidad política e informativa parten de estas premisas facilistas y cargadas de rechazo al reconocimiento de una sola verdad. Injusticia y desigualdad. La Apología es un término que se ha usado históricamente para atribuir conductas inmateriales, consistentes en la simple apreciación subjetiva de una realidad como cierta o como debiera ser. Concretamente, en el mundo jurídico la Apología significa aquel acto o pensamiento que debe ser castigado por el estado cuando se desprende de un sujeto que se sienta atraído por un conjunto de ideas que previamente el Estado (por conveniencia a los intereses de quienes gobiernan) los ha tipificado como delitos en las normas represivas. Este proceso legislativo de crear nuevas figuras e introducirlas al ámbito normativo punible no solo ha traído en los ordenamiento jurídicos modernos la figura de la Apología, si no con ello, toda una culturización del terror y desprecio a quienes conciben el mundo o al menos lo que debiera ser èl de una manera distinta a lo que el sistema del consumo nos ha vendido como vida Real.

Este proceso jurídico ha seguido su camino imparable en todo el mundo occidental y en parte de la Eurasia y Asia central. Y precisamente detrás de todas estas grandes estructuraciones socio - jurídicas se encuentran los reales estamentos con que los magnates del poder desean construir su mundo ideal, sin rebeldes.
Todo estudiante en la especialidad penal maneja a perfección que el derecho penal es un conjunto de normas que castigan el acto – hecho, no al autor ni al pensamiento. Tanto el pensamiento que se materializa mediante la libertad de expresión se encuentra protegida y garantizada como un derecho fundamental en todas las constituciones del mundo luego de la teorizaciòn del estado liberal por los enciclopedistas franceses (iluministas), así como en los numerosos convenios internacionales a partir de 1948. Esta es la primera gran contradicción que la gran Burguesía pretende o quizás obvia reconocer.
Pero a pesar de tener en mi legajo un gran argumento sobre estas tesis netamente jurídicas, mi deseo en la presente no es exponer sobre asuntos que en sus cavilaciones resultarían aburridas para quienes puedan leerlo. Mi intención, y para esto objetivamente necesitaría no menos de 200 páginas, es concluir en un pequeño esbozo de quien para mi representa como ideólogo y revolucionario luego de 20 años de lucha armada, solo un sobrenombre de un complejo de aspiración al poder, Abimael Guzmán. Solo necesito 20 líneas y algo menos. No penetrare en la compleja tarea de descifrar el famoso “pensamiento Gonzalo” desde las bases dialèctico materialistas del marxismo leninismo, tampoco desmenuzare su consistencia pràctica y doctrinaria a partir de una suposición de haber ganado la guerra al estado a la luz de la teoría social de Marx y el desarrollo del Capital, la acumulación de la riqueza y la estructuración de un estado socialista camino al comunismo, y menos aún, entablar proposiciones desde las premisas filosóficas de la Dialéctica como filtro sustancial a toda creación humana como lo es la organización Social de caracter Comunista. Guzmán solo fue el escritor de una lucha en la que jamás sangró. Guzmán era un argumentista a favor de los marginados como contrapeso a su real condición de clase. El solo pudo idealizar un País desarrollado en base a sus suposiciones eclècticas sociales donde hubiésemos terminado como China. (Con más del 50% de ricos, y más ricos que los Usamericanos). Gonzalo fue solo un fiel seguidor de la parte rabiosa de Mao Tse Tung. La revolución Cultural no solo es quemar libros, se olvido de las consecuencias psíquicas del sufrimiento y el ser usados como objetos hacia el poder. La doctrina Senderista siempre se distancio del Bolchevismo Soviético por considerarlo un Social Imperialismo, he ahí su desprecio por el MRTA. Guzmán dirigía sus ordas infernales desde las más lujosas residencias de los barrios burgueses que el intentaba aniquilar. Y al final se le vio llorando junto a Iparraguirre al tararear una función en vivo de Sinatra que Montesinos uso para suceptibilizarlos a firmar un Acta de Paz. Ese fue y es el real Abimael Guzmán.

Un desquiciado mas que uso el marxismo como válvula de escape a sus mas irracionales corrupciones psicológicas que hoy en día algunos suponen reprimirlas haciendo uso de aparatos espirituales llamados congregaciones y ONGs. Durante las últimas décadas se ha estigmatizado y creado sinónimos al terrorismo. Comunismo=Terrorismo. ¿Y el Terrorismo de Estado?. En Puno y Ayacucho han muerto más niños en los últimos 10 años por el olvido y desprecio del estado que las muertes atribuidas a supuestos rebeldes durante la etapa crìtica que el país vivió. No hay duda que Guzmán y toda la cúpula que conformo Sendero Luminoso responde solo a una atrofiada concepción del Marxismo. Su obra debe esparcirse socialmente con el único fin de llevar a cabo un debate intelectual sobre la decadencia de esa fórmula comunista que enervo los espíritus de muchos inocentes por un verdadero cambio. Cambio que permanecerá en un sueño gracias al reaccionismo de gente como Rosa María Palacios que al escuchar la palabra Marxismo dejan salir su verdadera personalidad desquiciada y desesperada por mantener las argollas y comodidades que le brinda su clase social.

Ella no asiste a Hospitales ni sus niños acuden a la enseñanza Pública como los hijos del Pueblo. A saber su desprecio por “De puño y Letra”.


domingo, 13 de septiembre de 2009

LinUs REvolUcIÓN


“(…)Carlos regresó a su hamaca, Asma sólo necesitaba solidaridad y aire. Le había dado la primera, lo segundo no estaba en sus manos. Asma debía seguir luchando solo con sus bronquios como él con sus pesadillas. ¿Por qué estaba allí aquel hombre?, se preguntó, ¿por qué no regresaba a su casa?, ¿de dónde sacaba las fuerzas para afrontar tras el esfuerzo bárbaro de la Caminata, las pruebas permanentes que imponía la Escuela?, ¿cuál era la fuente de su locura o de su terquedad?

Recordó al Che avanzando hacia los hierros retorcidos en el Muelle de La Coubre, los cuentos sobre sus ataques de asma durante la Invasión, y esta última palabra lo remitió al abuelo Alvaro atravesando con Gómez y Maceo los cañaverales en llamas para traer a Occidente la Guerra necesaria. Sintió vergüenza de sus pesadillas, de sus vacilaciones y murmuró, “No soy un obrero”, diciéndose que quizá se trataba de una cuestión de clase,deseando que esa fuera la explicación total del problema para sentirse relevado de su responsabilidad. Pero había algo más, porque dos de los cuatro rajados eran obreros, y si bien en la Compañía casi todos lo eran, también había desempleados, trabajadores por cuenta propia, oficinistas, estudiantes, técnicos e incluso un profesional de renombre, El Doctor, un ingeniero que, según Kindelán, era comunista. “¿Y tú”, le había espetado Carlos la noche de la confesión. Kindelán se rió de la tensión implícita en la pregunta y le respondió que sí, que él también era comunista porque los comunistas estaban locos, ¿se imaginaba querer cambiar el mundo?,¿querer acabar con la miseria, con el hambre y con la descojonación?, locos de a viaje estaban. Carlos sonrió mientras Kindelán seguía hablando, todos en la Escuela eran comunistas, algunos lo sabían y otros no, pero todos querían lo mismo, cambiar el mundo que era una mierda y, además, cambiarlo de a timbales, por eso estaban locos, ¿cómo si no aguantar la lluvia, el frío, la Caminata, las guardias y el carajo y la vela? ¿Prepararse para qué? ¿para una guerra contra los yankis, el imperio más hijoeputa del mundo, que además estaba ahí mismo, a la vuelta de la esquina? Locos de a viaje, hermano, no jodas (…)”.

domingo, 6 de septiembre de 2009

PURA SOCIOLOGIA PARA CONOCER AL ENEMIGO


Un buen Artículo para la reflexión desde los fundamentos sociológicos.
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"El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción "


Pura sociología para conocer al enemigo
Pascual Serrano



Nuevas tendencias en el arte, internet, sexo virtual, ocio cibernético, ambigüedad sexual, deportes al filo de la muerte, personificación de los animales de compañía, nuevos fundamentalismos teológicos, infantilización de los adultos, uniformización cultural, reverencia a la mentira mediática. Demasiadas cosas están sucediendo ante nuestros ojos, y demasiado deprisa. Vicente Verdú, con un sexto sentido para detectar la realidad nos lo cuenta en El estilo del mundo.

No es un análisis filosófico, ni político, tampoco un ensayo que abrume con cifras y datos. Es pura sociología de quien vive con un radar que le permite detectar los cambios que viven nuestras sociedades.

La tesis de Verdú es la siguiente. Tras atravesar las etapas del capitalismo de producción y de consumo, nuestra sociedad llega a comienzos de los años noventa a lo que denomina capitalismo de ficción. “Los dos primeros capitalismos se ocuparían ante todo de los bienes, del bienestar material; el tercero se encargaría de las sensaciones, del bienestar psíquico. La oferta de los dos anteriores era abastecer la realidad de artículos y servicios mientras la del tercero es articular y servir la misma realidad; producir una nueva realidad como máxima entrega. Es decir, una segunda realidad o realidad de ficción con la apariencia de una auténtica naturaleza mejorada, purificada, puerilizada”

A partir de ahí, Verdú repasa todos los elementos que caracterizan el capitalismo de ficción. La “mcdonalización” del mundo que uniformiza los consumos, estética y ambientaciones a lo largo de todo el planeta. La omnipresencia norteamericana en todos los ámbitos de nuestra vida mediante la seducción. En contra de la sensación dominante, EEUU “no espera obtener los mejores beneficios de ser temido sino de ser encantador. Bush ha sido la escreciencia de un capitalismo wilsoniano”. El modelo es Las Vegas, una ciudad teatral. La tendencia a implantarse son las CID, urbanizaciones de interés común donde no existe nada público, todos son copropietarios/accionistas de zonas verdes, calles, alumbrado público, etc...

El gran valor dominante es la diversión, el entretenimiento. El presupuesto familiar para el ocio se dispara, hasta las manifestaciones reivindicativas son festivas. El modelo cultural es el infantil, una especie de síndrome de Peter Pan: muñequitos en las mesas de los ejecutivos, videojuegos para adultos. Una regresión a la infancia se impone con el consumo de golosinas, gorritas y camisetas estampadas, superhéroes del comic…




A nivel político el sistema dominante es la "democracia pirata", es decir, "meros disfraces o atuendos democráticos de usar y tirar", "democracias de pega". Los títulos de democracia no lo da el respeto a los derechos humanos sino el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Por eso son democracias Haití, Indonesia o Rusia. El panorama es desolador, "a la democratización de la cultura ha correspondido el éxito de la mediocridad, a la libertad de partidos ha sucedido el bipartidismo indiferente, a la proliferación acelerada de las universidades una calidad paupérrima". "El gasto anual en perfumes de Europa y Estados Unidos es ya equivalente a la suma necesaria para solucionar la salud y la nutrición en todo el planeta, y el gasto en helados, en Europa, desborda el presupuesto requerido para cubrir las necesidades de agua y saneamiento en la Tierra". Ese es el capitalismo actual.

La deriva social y afectiva que nos impone el capitalismo de ficción ha logrado que la zoofilia alcance niveles surrealistas: "En EEUU se gastan más de 7.000 millones de dólares anuales en atención médica para perros y gatos". Hace más de diez años se rodó la película "La Marcha", financiada por el Parlamento Europeo, en ella miles y miles de africanos hambrientos inician una marcha pacífica hacia Europa, el líder de esos desdichados le dice a la eurodiputada que intenta disuadirlos: "¿Usted tiene un gato doméstico?, ¿cuánto se gasta en alimentarlo?. Con ese dinero yo puedo vivir, lléveme a mí, yo seré su gato".

"Según una encuesta de la American Animal Hospital Asociation (1999), el 78 % de los propietarios de mascota saluda en primer lugar a su animal al llegar a casa, frente al 13 % que saluda primero a su cónyuge".

Por otro lado, la mentira se ha instalado en nuestras sociedades con toda impunidad. "Todos mienten y sabemos que miente. Mienten los media a través del negocio sensacionalista, el gobierno y la oposición por la propaganda, mienten las auditorías y los directivos, las firmas de cosméticos, los científicos anhelantes de celebridad, las revistas femeninas, los críticos de arte, los hombres del tiempo". Hasta se ha invadido un país justificándolo con mentiras y no sucede nada.

La vida se ha convertido en un anuncio publicitario, un logo y una imagen corporativa. Así, "el mismo servicio de inteligencia alemán, el BND, o el FBI venden relojes, plumas, pelotas de golf, tazas, ceniceros, licores, cazadoras y ropa interior con su sello estampado". Utilizan el marketing desde una comunidad autónoma a una orden religiosa. La ideología es absorbida por la moda. Verdú recuerda cuando la pasarela Gaudí, en enero de 2003 exhibió pancartas contra la guerra de Iraq y el "Nunca Mais" del Prestige. Algunos ilusos pensaron que algo tan frívolo como la moda se había afortunadamente ideologizado y comprometido. "Claro que no: de esa manera los fotógrafos tomaron diez veces más instantáneas que en la presentación de una colección regular y en ello acabó el destino de su soflama". Consiguieron que algunos, por primera vez, prestáramos atención a un desfile de moda.

La obsesión voyerista, la feminización de la sexualidad, la suplantación de identidad gracias a internet, la egolatría enfermiza, la farmacología como mecanismo de pacificación social, la enfermedad como vía de escape de la explotación y la infelicidad, la religión como inspiración guerra, véase Bin Laden O George Bush. Ninguno de los elementos del nuevo capitalismo de ficción pasa desapercibido para el autor. La rebeldía, la crítica, la alternativa de otro mundo posible parece derrotada para Vicente Verdú. Lo que no sabe el escritor alicantino es que diseccionar el capitalismo moderno como él hace, puede ser el primer paso para superarlo.


Vicente Verdú. “El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción”. Anagrama. Barcelona 2003.